Los viajes de @Peldanyos: anécdotas y el arte de comerse el mundo

A orillas del paraíso donde se celebró Desalia 2025, el icónico festival de Ron Barceló que mezcla música, creatividad y experiencias únicas, tuvimos la suerte de sentarnos a charlar con Sergio (1998, Valencia), más conocido como @Peldanyos. Creador de contenido, amante del anime, foodie empedernido y fundador de Sugar Papi, su marca de productos gastro tan gamberra como deliciosa, ya que a sus 26 años no solo crea vídeos: construye mundos.

Desalia 2025 arrasa en PortAventura con cinco días de música, fiesta y sorpresas

Durante esta conversación, entre reflexiones, risas y anécdotas memorables, hablamos de todo: desde sus destinos soñados hasta su peor experiencia en el Machu Picchu, pasando por insectos en Tailandia, chocolate en Suiza y los valores que defiende detrás de cada viaje y cada plato.

¿Cuál es tu destino favorito?

Mi destino favorito sin duda es Japón. Es un lugar al que volvería cada año sin cansarme. La primera vez que fui me sentí como si hubiera cruzado a otro mundo. No solo por lo visual, que ya es impactante, sino por la cultura, la forma en la que conviven lo tradicional y lo futurista. Y claro, siendo tan fan del anime, es como caminar por un sueño hecho realidad. Cada viaje allí me aporta algo nuevo.

También Islandia me dejó marcadísimo. Fue como viajar dentro de un cuento de hadas. Imagina un lugar donde en una misma jornada puedes ver volcanes, glaciares y géiseres. Es naturaleza en estado puro, salvaje, casi mágica.

Estoy redescubriendo España. La autenticidad no siempre es viral, pero sí es más significativa.

¿Eliges tus destinos pensando en el contenido que vas a crear?

Antes sí, pero ya no. Hubo un punto de inflexión reciente. Fui a Londres buscando localizaciones llamativas para grabar vídeos, pero no lo disfruté tanto. Me di cuenta de que estaba perdiendo la esencia del viaje: disfrutarlo. Ahora prefiero que el destino me elija a mí. Si un sitio me vibra, me llama, voy. Estoy redescubriendo España con otros ojos. Viajar por zonas rurales o poco turísticas me hace sentir más conectado. La autenticidad no siempre es viral, pero sí es más significativa.

@peldanyos

La Merienda Más Exclusiva de Londres 🇬🇧

♬ original sound – peldanyos

¿Tienes un destino soñado?

Ahora mismo me llaman la atención los destinos extremos. La Antártida, Groenlandia… lugares donde la naturaleza se impone, donde no hay mucha gente. También me pica la curiosidad Corea del Norte. No por turismo tradicional, sino por lo enigmático que es. Entiendo que es arriesgado, pero esa parte del mundo tan cerrada genera en mí una fascinación enorme. Como si el simple hecho de poder ver lo que no está pensado para ser visto ya fuera una experiencia transformadora.

La corrupción puede hacerte sentir completamente indefenso.

¿Cuál ha sido tu peor experiencia viajando?

En Perú viví dos momentos bastante tensos. Uno fue cuando nos paró la policía en una autopista y empezaron a ponernos pegas por tener el pasaporte sin sello. Sabía que eso podía ser una excusa para pedir dinero. Por suerte, llevaba una cámara grabando y eso nos salvó. Me dio un bofetón de realidad sobre cómo la corrupción puede hacerte sentir completamente indefenso.

Y luego, en Machu Picchu, me quité la camiseta sin saber que era un espacio sagrado. Me vino un guardabosques súper serio y pensé que me deportaban. Por suerte, apareció un arqueólogo más comprensivo que entendió que no lo hice con mala intención. Aprendí mucho de eso. Sobre respeto, pero también sobre cómo te comunicas cuando hay un error cultural.

@peldanyos

No pienso contar el por qué

♬ original sound – peldanyos

Si Peldanyos fuera una ciudad, ¿cuál sería?

Si yo fuera una ciudad, me gustaría pensar que sería algo parecido a Valencia. Es donde nací y, sinceramente, para mí es la mejor ciudad de España. Tiene un equilibrio brutal entre calidad de vida, cultura, cercanía de la gente, y ese punto de tranquilidad sin aburrimiento.

No me siento identificado con ciudades que están en un estado de ebullición constante, como las capitales europeas tipo París o Londres. De hecho, estuve en Francia y aunque muchos la hatean, me di cuenta de que no odio tanto el país como tal, sino el ritmo caótico de su capital.

En cambio, fui a Toulouse tres días y fue otra historia. Me recordó mucho a Valencia: laguitos, buena comida, calles tranquilas… Gente amable, con la que puedes sentarte a charlar sin sentir que te están empujando a correr todo el rato.

Me pasa lo mismo con Nápoles. Gente sencilla, vida de calle, buena comida en cada esquina. Sientes que puedes parar, respirar, y disfrutar. No hay ese bombardeo de estímulos como en las ciudades hipermodernas donde parece que si no estás haciendo algo cada segundo, estás perdiendo el tiempo. Yo prefiero esos remansos de paz donde realmente puedes conectar con la cultura local y contigo mismo.

 ¿Hay una ciudad a la que no volverías nunca?

Bangkok. Sé que hay gente que la ama, pero para mí fue una locura. Tráfico caótico, aire contaminado, ruido constante. Me agobiaba sentir que no podía simplemente caminar sin estrés. Me gusta moverme, pero si caminar y coger coche te lleva el mismo tiempo por el atasco, hay algo que no funciona. Me gustan las ciudades que te permiten respirar, literalmente.

Lo de comer perro es un debate fuerte

¿Qué tal con la gastronomía local? ¿Eres de probar cosas raras?

¡Totalmente! La comida es parte de la aventura. He comido insectos, cocodrilo, y cosas con texturas que dan repelús, como algunas vísceras. Lo que más me cuesta es la casquería, por el aspecto más que por el sabor.

Lo de comer perro, por ejemplo, es un debate fuerte. Yo no lo he hecho, pero entiendo que en algunas culturas es algo normal. Si tú comes vaca y en la India eso es impensable, ¿quién tiene la razón? Al final, creo que lo importante es no ser hipócrita: si comes carne, no puedes indignarte porque otros coman otro tipo de carne.

¿Cómo influyen tus viajes en SugarPapi?

Muchísimo. Cada destino me da ideas, sabores, combinaciones. A Sugar Papi no quiero que la gente llegue por un producto rico o divertido. Quiero que vivan algo. Por eso en nuestro último drop metimos colgantes sorpresa que premiaban a tres personas con un viaje a la fábrica de chocolate Lindt en Suiza. Es ese punto tipo Willy Wonka que me encanta.

También trabajamos con creadores que nos inspiran, y premiamos su contenido con acceso VIP, descuentos o participación en lanzamientos. Me gusta crear comunidad, no solo vender.

Queremos lanzar cócteles con Ron Barceló usando nuestras nuevas salsas ácidas

¿Veremos algo con ron en Sugar Papi?

¡Sí! Estoy hablando con Ron Barceló para hacer una colaboración. Queremos lanzar cócteles usando nuestras nuevas salsas ácidas: manzana verde, mango y uva. Me lo imagino tipo margarita pero con nuestro sello: divertido, gamberro y sabroso. Para mí, la cocina tiene que tener ese punto loco. Como un experimento que te da un subidón cuando sale bien.

Related Post