Yacimientos milenarios, paisajes de encinas y fauna autóctona: descubrimos los secretos de la Finca Galatzó en la Serra de Tramuntana. Uno de los espacios naturales más extensos y singulares de las Islas Baleares, está situada en el municipio de Calvià en Mallorca, a los pies de la Serra de Tramuntana, Patrimonio Mundial de la UNESCO, esta finca de más de 14 millones de metros cuadrados combina biodiversidad, legado histórico y un modelo de gestión centrado en la sostenibilidad.
Con una superficie equivalente al 10 % del término municipal, Galatzó es un verdadero pulmón verde que conserva ecosistemas únicos, hábitats para especies protegidas y una riqueza arqueológica excepcional, con más de 15 yacimientos prehistóricos documentados.
Un entorno natural protegido y lleno de vida
El relieve de la finca está determinado por un valle central, rodeado por cumbres como el Puig de Galatzó (1.026 m) y la Mola de S’Esclop (925 m). En este entorno destacan formaciones naturales como simas, cuevas, fuentes y terrazas de piedra seca, modeladas durante siglos por la acción humana.
El paisaje vegetal está formado por bosques de encinas, pinares y garrigas de acebuches, palmitos y estepas, con especies endémicas como la estepa joana. En cuanto a la fauna, es posible avistar cabras mallorquinas, ginetas, martas, comadrejas, aves rapaces e incluso poblaciones de tortuga mora (testudo graeca), reintroducidas con éxito gracias a un proyecto de conservación liderado por el COFIB.
Patrimonio arqueológico y arquitectura rural
Además de su valor ecológico, Galatzó alberga más de 9.000 m² de construcciones de gran valor patrimonial, entre ellas una monumental casa señorial organizada en torno a un patio mallorquín tradicional (clastra), con elementos como una capilla restaurada, una antigua almazara y jardines históricos.
Entre sus vestigios arqueológicos se encuentran estructuras de épocas pre-talayóticas y talayóticas, así como restos cerámicos de época romana y árabe. Estas evidencias apuntan a una ocupación continua del territorio desde hace milenios, posiblemente vinculada a una antigua alquería islámica.
Turismo sostenible, rutas accesibles y proyectos de futuro
Galatzó representa hoy un modelo de turismo natural abierto a la comunidad. Dispone de 35 kilómetros de rutas señalizadas, como S’Esclop, Sa Vinya, Ses Planes o Ses Sínies, que permiten al visitante descubrir la riqueza ecológica y cultural del entorno.
Además, la finca acoge actividades gratuitas de senderismo, bicicleta de montaña, visitas guiadas, talleres, seminarios y campamentos escolares. El área cuenta también con un bar, zona de picnic y un refugio de 52 plazas.
Actualmente se está llevando a cabo un proyecto de rehabilitación integral de más de 3.000 m², con financiación del Ayuntamiento de Calvià y los fondos europeos Next Generation. Esta iniciativa busca reducir emisiones, digitalizar servicios y garantizar la conservación del entorno, impulsando un modelo rural productivo y respetuoso con el paisaje.
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Javier Mateo 
TopViajes